ortodoncia para niños

Todo lo que debes saber sobre los sellantes dentales. Odontopediatría en Piedras Blancas.

¿Qué son los sellantes dentales?

Los selladores o sellantes dentales son un recubrimiento fino de resina que los dentistas aplicamos a los surcos de las superficies de las piezas dentales traseras, los molares y premolares. Su finalidad es ayudar a evitar la caries.

Los selladores dentales nos ayudan a:

Los dos tipos más habituales de sellantes usados en odontología preventiva son los ionómeros de vidrio y los rellenos de resina compuesta. Cada material tiene diferencias por lo que son los odontopediatras quienes deciden decantarse por uno u otro tipo. Ambos son completamente seguros para la salud de los niños.

¿Cómo se colocan los sellantes dentales?

El sellante dental es un material plástico altamente recomendado para prevenir las caries y proteger los dientes, especialmente en la primera erupción de los molares. La aplicación del sellante se realiza generalmente en la fisura del primer molar permanente, una vez que esta ha erupcionado completamente.

Además de este diente, el sellante también protege a los premolares y molares restantes, cuando éstos ya han erupcionado por completo más allá de la encía. Existen diversas variedades de sellantes dentales que pueden ser aplicados después de los once años de edad.

¿Los sellantes dentales sólo se colocan en la superficie de masticación de los dientes permanentes molares y premolares?

Los sellantes dentales son una medida preventiva muy recomendable para proteger los dientes, especialmente aquellos con surcos y fisuras profundas en sus superficies de masticación. Si bien se colocan generalmente sobre los dientes permanentes, en algunos niños los molares primarios pueden tener también estas características y se beneficiarían de la aplicación del producto.

Ten cuidado con los dientes sellados

¿Cuánto dura un sellante dental?

Los sellantes dentales han demostrado ser altamente eficaces para prevenir la formación de caries en el esmalte de los dientes desde la década de 1970. Estos productos son capaces de durar muchos años, pero si es necesario se pueden colocar nuevos sellantes sin problema. Los sellantes dentales ayudan a mantener tus dientes limpios y sanos.

Queremos recordaros que siempre la mejor manera de hacer frente a las complicaciones de la salud dental de pequeños, y mayores, es prevenirlas por completo. Por ello os animamos a que vigiléis y mantengáis los hábitos de los niños al cepillarse los dientes, al usar el hilo dental y al cuidar su salud bucodental en general. No debemos de subestimar la importancia de los buenos hábitos de higiene dental.

En Clínica Dental Zapico, estamos siempre  a tu disposición. Si necesitas más información sobre odontopediatría en Piedras Blancas, ponte en contacto con nosotros. Llámanos al 985 530 016 o ponte en contacto con nosotros a través de nuestra página web.

¿Tu niño se está cepillando los dientes correctamente? Odontopediatría en Piedras Blancas.

El cepillado habitual de los dientes es importante tanto para los niños como para los adultos. Si los niños están expuestos a una gran cantidad de alimentos y bebidas azucaradas, corren un riesgo mucho mayor de contraer caries o de padecerlas.

Es bueno que los niños empiecen a cepillarse los dientes pronto y con regularidad, y que visiten al dentista para sus revisiones, de modo que no sufran caries sin tratar que de otro modo pasarían desapercibidas.

Los padres nos preguntan de vez en cuando cómo cepillar los dientes de los niños y si están haciendo lo suficiente para mantener los dientes de sus hijos sanos y limpios. En este artículo, explicaremos algunos de nuestros principales consejos para cepillar los dientes de los niños.

Cómo cepillar los dientes de tu niño correctamente

Escoge un cepillo adecuado

El cepillo de dientes que elijas debe estar diseñado para niños, con un cabezal pequeño y cerdas suaves. Si tu hijo no quiere cepillarse los dientes, puede que ayude el dejarle escoger su propio cepillo. Este pequeño gesto puede marcar la diferencia.

Un cepillo de dientes eléctrico para niños también es una buena idea para aquellos mayores de tres años, ya que puede hacer que el cepillado sea mucho más fácil y emocionante. Además, te asegurarás de que realizarán un cepillado eficaz.

Usar la cantidad adecuada de dentífrico

Muchos pacientes cometen el error de usar demasiada o muy poca pasta de dientes cuando cepillan los dientes de sus hijos. Como regla general, los niños menores de 18 meses no debería usar pasta de dientes, sino agua. Entre los 18 meses y los seis años, sólo se debe usar pasta de dientes infantil. La cantidad se asemejaría al tamaño de un guisante, y también hay que asegurarse de que la cantidad de flúor sea baja.

A partir de los seis años, puedes empezar a utilizar una cantidad de pasta de dientes algo mayor, pero que no llegue a sobrepasar el tamaño del cepillo en sí.

Deja que prueben a cepillarse

A cualquier edad, los niños son curiosos y tienen ganas de aprender. Por eso, darles la oportunidad de cepillarse los dientes puede convertir el cepillado en una experiencia divertida y puede ayudarles a adoptar esta rutina a medida que crecen.

Puede resultar útil tener dos cepillos de dientes: uno para que te le cepilles tú y otro para que lo haga él. Así os podréis cepillar por turnos.

Por supuesto, no recomendamos que dejes el cepillado completamente en manos de tu hijo, ya que podemos asegurar que se saltará algún paso crucial. Sin embargo, darle la oportunidad de cepillarse los dientes por sí mismo puede convertir el cepillado en una tarea divertida. Después puedes hacer un seguimiento para asegurarte de que se ha hecho un buen trabajo.

Es fundamental que sigas supervisando a tu hijo cuando se cepille los dientes de forma independiente hasta que estés seguro de tu niño se está cepillando correctamente.

Técnicas de cepillado

Los niños tienden a rehuir del dolor y la incomodidad. Esto significa que si intentas cepillar sus dientes y sienten cualquier tipo de molestia, normalmente se retirarán y pueden incluso negarse a que les cepillen los dientes en el futuro.

Por eso, siempre hay que cepillar suavemente en pequeños círculos. Limpia bien cada diente y deja que escupa la pasta de dientes al final. Intenta que no se enjuague con agua después, ya que esto puede eliminar el flúor que queda y protege los dientes durante todo el día.

6 trucos para calmar a los niños antes de ir al dentista. Odontopediatría en Piedras Blancas.

Al recordar tus propios miedos cuando eras más niños, es fácil entender cómo y por qué los niños están nerviosos cuando tienen que ir al dentista.

Esta es una razón más para encontrar y poner en práctica estrategias tranquilizadoras para los niños que les ayuden a afrontar su visita al dentista. No es tan fácil que un niño no se sienta así cuando se separa momentáneamente de sus padres para ponerse en manos de un desconocido para él. También puede existir miedo a ciertos procedimientos, como inyecciones o perforaciones, entre otros.

En ocasiones, los niños pueden experimentar confusión sobre el contacto físico necesario que necesita realizar un odontólogo profesional.

La ansiedad de los niños también puede aumentar si un adulto o un padre, sin ningún tipo de maldad, explica detalladamente algún tratamiento que se haya realizado.

Esta combinación de factores, junto con otras preocupaciones, crea un cóctel perfecto que aumenta la ansiedad y el nerviosismo del niño ante una visita médica o dental. La preparación para una vida de confianza en relación con el cuidado de la salud comienza pronto, y esto puede iniciarse enseñándoles estrategias para calmarlos cuando se sientan ansiosos.

Trucos para calmar a un niño antes de ir al dentista

1. Ayúdales a gestionar sus emociones

Es natural querer mantener el miedo lejos. Es mejor evitar las acciones y situaciones que se perciben como una amenaza o potencialmente dolorosas, sobre todo en la mente de un niño.

Los niños no son capaces de manejar el miedo, la ansiedad o cualquier cosa que consideren perjudicial del mismo modo que los adultos. Por tanto, es mejor ayudarles a aceptar el miedo como una reacción normal en lugar de darles la impresión de que no es real o aceptable; permíteles expresar sus sentimientos sobre la cita.

Afirma tu confianza con ellos, pero no intentes quitarle hierro a esta experiencia; haz preguntas sin alimentar su ansiedad. Preguntarles “¿Cómo te sientes?” en lugar de  “¿Estás nervioso?” puede ayudar.

2. Eleva sus expectativas en lugar de bajarlas

Una breve explicación de cómo va a ser la visita evita que se creen escenarios poco realistas y, así, reducir sus expectativas a un nivel negativo.

Por ejemplo, prometer que una visita al médico o al dentista “no es gran cosa” o que “no será dolorosa” son promesas que pueden romperse fácilmente, y con ello su confianza.

Asegúrate de recompensar su esfuerzo tras la visita de manera que resulte significativa para el niño.

3. Mantén la constancia con un dentista de confianza

Con el tiempo, si se acude siempre al mismo dentista, se establecerá cierta relación con esa persona. También es importante asegurarse de que el dentista en cuestión tenga confianza y que se le note.

4. Juega a los médicos en casa

Muchos niños juegan a ser médicos de vez en cuando. Este tipo de juegos pueden ayudar a aliviar la tensión en las visitas al dentista. Si se usan juguetes que imiten a los instrumentos de un dentista, se acostumbrarán a ellos y no los verán como algo tan raro una vez estén en la clínica.

Este tipo de juegos ayuda a reducir la ansiedad del niño.

5. Ayuda al dentista a buscar algo en común con el niño

Proporciona al odontólogo toda la información posible sobre tu hijo: lo que le gusta, los deportes que practica, aficiones…

Esta información permite aligerar el ambiente y establecer una relación amistosa entre el dentista y el niño durante la primera cita y, por tanto, en las siguientes.

6. No estés nervioso

Recuerda que la ansiedad y el miedo pueden ser contagiosos, pero a su vez, la calma también: si estás tranquilo, sereno y calmado, es más probable que tu hijo también lo esté y lo refleje en su comportamiento.

Establece un estado de ánimo positivo para la cita en la clínica. No permitas que tu hijo reconozca el miedo o la ansiedad que tú puedas experimentar personalmente en relación a la visita. Ayuda a tu hijo a relajarse con técnicas de respiración y a tranquilizarle para que no piense en el miedo.

Recuerda que algunas emociones con normales (por ejemplo, el llanto, etc.), y se necesitará tiempo para la aclimatación para que tu hijo confié en el dentista.